¿Cómo limpiar las orejas de mi mascota?

Las orejas son una parte fundamental que deben de estar en constante limpieza, no asearlas adecuadamente puede generar fuertes infecciones que, aunque en su mayoría no son mortales, sí son molestas y podría ser complicadas de tratar.

Cada tipo de raza tiene una forma diferente de conformación de sus orejas, algunos pueden tenerlas decaídas, pendulares, largas, cortas, en punta, etc. Pero la higiene debe de ser la misma: buena.

En la parte inicial del conducto auditivo, es decir, los orificios; puede albergar cierta cantidad de cerumen. Para una buena limpieza debes de encargarte de que no haya un exceso de cera al fondo del pabellón auditivo.

En casos complicados puede generar Otitis, la cual es una inflamación del oído por las siguientes causas: humedad o bacterias que se encuentren en el pelo de los perros que se caractericen por tener mucho pelaje. En ella existen diferentes tipos: La externa y media o interna.

Eso siempre y cuando no se tenga la costumbre de desinfectar sus oídos, con las medidas correspondientes no debería pasar.

¿Cómo limpiar las orejas de un perro?

A continuación, se te mencionará una buena manera de hacerlo, si tienes dudas te recomendamos preguntar a fondo a un profesional para que te ayude a resolverlas y hacerlo mejor…

Consejo: debes de “operar” con delicadeza, ya que es una parte muy sensible.

Primer paso.

Reúne gasas, bastoncillos o hisopos y por último, suero fisiológico. Si no cuentas con suero puedes usar agua oxigenada. Descarta el algodón porque puedes dejar restos en el oído.

Segundo paso.

Para que un canino no se asuste al realizar este tipo de acciones deberás de utilizar un distractor, lo que se conoce como “refuerzo positivo”. Consiste en dar un premio al momento de haber realizado una orden, movimiento o gesto positivo.

Tercer paso.

Con una gasa empezarás a limpiar el área externa de la oreja con movimientos suaves. Si no se había practicado antes, notarás gran presencia de suciedad.

Cuarto paso.

Con una nueva gasa y ayudándote de tus dedos, limpiarás apenas el principio del canal auditivo, en perros adultos puedes adentrarte un poco más, pero en cachorros debes de tener mucho cuidado. Nunca presiones, ni metas objetos punzantes en el canal auditivo.

Quinto paso.

Después de haber concluido bien los pasos anteriores, es momento de utilizar el hisopo para llegar a zonas difíciles. Como te dijimos anteriormente, debes de tener mucho cuidado y de realizar movimientos muy suaves, como mencionamos no presiones y sí encuentras un cumulo anormal de cerilla, lo mejor es que lleves al perro con el veterinario para que lo revise.

Sexto paso.

Al terminar deberás de darle una recompensa para que en posteriores intentos no se ponga nervioso y coopere para su limpieza.

Recuerda, si notas una masiva suciedad, mal olor u otra cosa fuera de lo normal, avisa al veterinario lo antes posible para que, en caso de tener alguna complicación, se atienda inmediatamente.

Recuerda, nuestras mascotas son más propensas a padecer una enfermedad por la manera en la que conviven y se desarrollan día con día.