Seguramente has escuchado a alguien decir “los gatos tienen siete vidas”, es una frase que se tornó común al querer describir a estos animales. Algunos mencionan que es verídico, otros lo toman como parte de lo ancestral y mítica.
Si quieres conocer más sobre esto, continúa leyendo…
Siete, el número de la suerte.
Al ser considerado como un animal sagrado, se le relaciona muy de cerca con la suerte y es que se dice que el número siete se les fue otorgados para representarlos en la numerología.
¿Realmente los gatos tienen suerte?
Su reputación no se debe tanto a la suerte como a su agilidad y destreza. Es impresionante a primera vista cuando escalan de manera muy fácil y rápida o cuando caen parados, aunque no sea del todo cierto, no siempre lograrán hacerlo y es algo de lo que te hemos compartido anteriormente. ¿Quieres saber más sobre el por qué los gatos caen parados?
Los egipcios.
Que los gatos tengan muchas vidas se remonta hasta los egipcios, pues dentro de su cultura se tomó a este animal como un ser sagrado y misterioso. Un gato para ellos representaba la reencarnación, que es cuando el alma de la persona cambia de cuerpo después de morir. Ellos tenían esta capacidad hasta culminar la sexta vida, en la séptima pasaban a reencarnar en forma humana.
Otra forma de darle una explicación dentro de la cultura egipcia tiene que ver cuando ciertas ocho deidades se juntaron, encabezadas por Atum-Ra, el Dios Solar. Se unieron y tomó la forma de un gato denominado Enéada (los nueve). Desde entonces se les asoció a estos 9 integrantes con 9 vidas, representadas en este animal sacro… ¿Nueve vidas? Sí, en algunos países varía mucho el número de vidas, algunos dicen seis, otros siete o nueve.
¿Por qué eran venerados en Egipto?
Los egipcios contaban con una Diosa llamada Bastet, la cual era representada por un gato. Ella protegía el hogar, los nacimientos, la armonía y felicidad. El clero de Bubastis constituyó una tríada en la que Atum era su marido y Mihos o Hor-Hekenu (Horus local) el hijo.
Los gatos se representaban en todos lados como guardián de los Dioses. Al caer el Sol, el Dios Ra, estaba en peligro, es aquí donde entran en juego los leones (que reflejaban en sus ojos los rayos del sol) y los gatos, venerados como semidioses. Solo el faraón era poseedor de un gato para domesticarlo.
Solían poner fuera de sus templos representaciones o estatuas de los gatos para que los protegieran de seres malignos que podrían atacar durante la noche.
Como ves el gato ha sido representado como un ente protector e impresionante todos estos años, lo cual lo hace verdaderamente misterioso.
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