Tener una mascota es de gran ayuda para mejorar nuestro estado de ánimo, nos hacen mejores personas y, sobre todo, nos hacen sentir amados todos los días. Su amor es incondicional y lo único que piden a cambio es cariño y atención.
Soledad.
Su compañía estimula el contacto físico y la comunicación. Aunque no se comuniquen como tal, ellos harán lo posible por demostrarte amor, compañía y hacerte sentir mejor en momentos no tan agradables.
También pueden influir en que no pases por una depresión, al igual que sentirte seguro estando en casa. Recuerda que son excelentes en saber qué es lo que sienten sus dueños o alguna persona muy cercana. Son seres muy sensibles.
Depresión.
Como se dijo en el apartado anterior, una mascota puede influir a que una depresión sea inexistente y si en dado caso la hubiera, contrarrestaría esa sensación al estar en contacto con un amigo/a. Las personas que sufren de eso por lo regular no sienten la necesidad de interactuar con otras personas, caso al contrario con una mascota, por lo que ese lazo emocional hará que poco a poco se recupere.
Felicidad.
¿A quién no le causa esa felicidad al ver, aunque sea por un segundo a nuestro perro, a nuestro gato u otro animalito del que seamos dueño? Creo que a todos nos hacen sentir bien pasar un rato de diversión con ellos al jugar, al hacerle cosquillas, que nos intente morder o rasguñar, etc.
Estrés.
Se ha comprobado científicamente que, al momento de acariciar, jugar, pasear e incluso hablar con las mascotas hace que el nivel de estrés se reduzca, nos permite despejar nuestra mente y sentir bienestar tanto físico como emocional.
Si eres una persona que padece mucho estrés por diferentes aspectos de la vida diaria, ten por seguro que tener a un amigo como ellos será de gran ayuda para desahogarnos y sentirnos mejor.
Sentido de responsabilidad.
Algo que incluso puede ser totalmente fuera del alcance de ellos es precisamente la responsabilidad, una condición que se genera a partir de adquirirlo. También pueden actuar como ejemplo del cuidado de los animales para nuestros hijos o niños que convivan con nosotros. Además de ser un mejor amigo para todos y cada uno del área familiar.
Vida social.
Aunque para muchos no sea un factor fundamental, una mascota nos brinda la oportunidad de convivir con más gente al momento de salir a pasear, correr o caminar. También pueden presentarse oportunidades de formas parte de un club de perros.
Refuerzan la autoestima.
Las personas con baja autoestima encuentran un factor en común, que una mascota no puede juzgar, no puede reír de lo que se haga mal y no estará en desacuerdo con una idea que se tenga, todo, al contrario, estará muy atento a lo que digas o hagas. Esa sensación de sentirse aprobado y de tener atención es muy positivo para todos nosotros.
Los niños y niñas que tienen miedo hablar en público, al hacerlo frente a su mascota, le hará mejorar esta condición al incrementar su confianza y seguridad.
¿Te fue de utilidad esta información? Si es así ahora sabes lo importante que son en nuestra vida y de lo mucho que nos aportan diariamente. Así que sigue amándolos en demasía y cuídalos como se merecen.
