¿Qué es el moquillo en los perros?

Cualquier animal es propenso a padecer una enfermedad al igual que los humanos, aunque es de decirlo, no son las mismas. Algunas son similares, pero la intensidad y su composición es diferente.

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Moquillo.

Dentro de esta enfermedad el rango de contagio es muy elevado y se trata de un virus similar al sarampión humano. También conocido como distemper o enfermedad de Carré.

El moquillo afecta el aparato digestivo, el respiratorio y en casos muy avanzados puede dañar el sistema nervioso.

Esta enfermedad es letal, pues a día de hoy no existe un tratamiento.

Síntomas.

La fiebre es uno de los principales síntomas, al igual que deje de comer. Mientras tanto, la leucopenia entrará en juego (baja producción de glóbulos blancos en la sangre). También se podrá observar una secreción nasal serosa, acuosa o con pus.

Otra manera de saber si está contagiado es por medio de su estado de ánimo, donde dependerá mucho si se nota con mucha pereza o no.

Al paso de los días puede incrementar los factores de la enfermedad como: diarrea, vómito, dificultad para respirar, tos o lesiones rojas en la piel. Más adelante aparecerán los signos neurológicos, que incluyen contracciones musculares involuntarias, salivación, movimientos de la mandíbula, inclinación de la cabeza o parálisis.

Cuando el perro está grave, puede presentar convulsiones.

¿Cómo se puede contagiar?

Un perro huésped puede infectar a más de uno en donde se encuentre. Debido al gran alcance que tiene, es muy temido en donde se resguardan y ayudan a los canes.

El moquillo puede viajar por medio de la ropa y puede durar varias horas en el lugar donde fueron depositadas diminutas gotas infecciosas.

El virus está presente en las secreciones de la nariz y lágrimas, que se esparcen como un aerosol.

Tipos de moquillo.

Aguda.

En ella aparecen los síntomas comunes como la fiebre, anorexia, deshidratación, vómitos, diarrea, etc. Este tipo es la más común y la incubación se realiza después de 7 y 14 días del contagio.

Subaguda.

Afecta el sistema nervioso central y notaremos movimientos involuntarios, convulsiones e incluso ceguera. Es importante mencionar que hay casos en los que ningún síntoma se puede presentar hasta que la enfermedad es avanzada.

Crónica.

La menos frecuente, pero existe, los perros adultos son los más propensos en padecerla. Se presentan temblores de cabeza o parálisis.

Tratamiento.

Como se dijo anteriormente, no existe una cura para nuestra mascota, solo intermediarios para que no avance de manera rápida.

Al momento de notar sospechas, lo mejor es llevarlo al veterinario para que se analice qué es lo que pasa con él. Si es positivo, lo que normalmente se da son analgésicos, antibióticos, anticonvulsivos, soluciones electrolíticas, dieta y cuidados específicos.

La mejor manera de prevenir el moquillo es a través de la vacuna para que el porcentaje de inmunidad sea mayor. Dicha vacuna, en adultos, se aplica anualmente.

Tampoco existen remedios caseros para combatirlo, así que lo mejor que puedes hacer es acudiendo con un profesional para que le brinde la atención necesaria y para que se estudie a fondo su caso.

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