¿Cuál es la historia del Gran Danés?

Un perro que en lo particular, se caracteriza por su enorme tamaño que deja perplejo a cualquiera que se cruce en su camino. Es uno de las razas más imponentes y que, en la actualidad, sigo asombrando a más de uno.

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Lo que se mencionará a continuación son recopilaciones de información que se han recolectado y que intentan dar una explicación sobre su origen. Por lo que, si estás interesado en saber más acerca de ello, te invitamos a indagar a profundidad con un profesional en el tema.

Historia del Gran Danés

A pesar de que su nombre hace referencia a Dinamarca, no se le relaciona en lo absoluto con ese país sino con Alemania, uno de los principales creadores de las razas que se conocen hoy en día.

Lo que se sabe de sus ancestros, es que son descendientes de los bullenbeisser, una raza alemana actualmente extinta y descendientes de los perros utilizados para cazar jabalíes, Hatz und Saurüden. Los cruces entre estos dos hicieron presencia a diferentes tipos de dogos, entre ellos, el Gran Danés; también llamado Dogo Alemán, Mastín Alemán o Alano Alemán.

Antes, se solía utilizar el término de Dogge o Dogo, para describir a perros que eran fuertes y grandes sin necesidad de mencionar a una raza en específico. Al paso de los años esto fue cambiando y usado como complemento de nombre hacia otras razas.

En 1880, en una exposición en Berlín, se estableció el primer estándar del Dogo Alemán.

Antecedentes del Gran Danés

A finales del siglo XIX, expertos habían asegurado encontrar restos de su posible origen y que, a su vez, podían explicar a detalle la procedencia del Danés con imágenes donde se describían a caninos de gran tamaño y elegantes en cuanto a su aspecto físico acompañar a los asirios hace más de 4000 años.

En Dinamarca han intentado dar una explicación sobre este tema, para ser precisos, con el hallazgo de restos óseos de perros de combate que datan del año 5000 a.C y 1000 d.C. Sin embargo, muchos siguen en debate del parentesco que existe entre las dos razas.

En el siglo XVII, en Alemania, empezaron a criar al llamado perro inglés; producto entre varios cruces entre mastines y perros lobo. Tenían algo en común: su gran tamaño.

Dichos perros fueron educados y utilizados de tres maneras: de caza, de compañía y de cámara. Tanto los de cámara como los de compañía debían de tener grandes rasgos elegantes y de obediencia, pues eran miembros de la nobleza; los que tenían collar dorado eran los que tenían una mejor vida y los de collar de plata eran los que mantenían alejados a los intrusos de la corte. Aquellos que no tenían un porte noble pertenecían únicamente a la caza.

Incluso, en familias más pobres, estos mismos perros no eran tan comunes para realizar esa tarea, preferían hacerlo con otra raza. Para ellos eran muy importantes y valiosos.

Bien, como te diste cuenta, aún sigue sin ser una verdadera absoluta el origen de este enorme amigo.