Seguramente has escuchado en alguna ocasión la palabra “sarna” y a lo mejor lo asemejas con una enfermedad de la piel, cosa que es bastante cierta y que, aún sin saberlo con profundidad, se conoce.
Continúa leyendo para que conozcas más acerca de esto…
La sarna es una infección bastante común que no solo afecta a los perros sino también a la mayoría de los animales que se encuentran en el mundo. Debido a que es bastante infecciosa, cualquiera es susceptible a adquirirla.
¿Qué es la sarna?
Es una enfermedad infecciosa de la piel causada por ácaros, una subclase de arácnidos que en su mayoría no son visibles por el ojo humano. Estos crecen milímetros y se dice que existen más de 50,000 especies y más de 100,000 sin ser descritas.
Debido a su gran variedad, los ácaros se encuentran en cualquier parte, esto ha sido gracias a su evolución y adaptación en diversos ambientes del planeta.
Tipos de sarna.
Dependiendo del tipo de ácaro, dependerá la gravedad y el tipo de sarna que padezca nuestra mascota, por lo que no se debe manejar como una en general. En cuanto notes algo extraño acude con un especialista para que brinde el tratamiento adecuado.
Sarna demodécica.
También conocida como sarna roja, participan los ácaros del tipo Demodex y comúnmente habitan en el cuerpo de los perros, pero se pueden propagar y hacer de las suyas cuando las defensas están bajas, al parir o al estar enfermo.
No es contagiosa a los humanos.
Subtipos de sarna demodécica.
- Sarna demodécica localizada: Un cachorro es el más afectado, apareciendo con más regularidad en la cabeza, cara y orejas.
- Sarna demodécica generalizada: Se suele llamar así cuando se distinguen más de cinco zonas infectadas.
- Pododermatitis demodécica: Se da solo en sus patas, es muy difícil de tratar y desprende un olor desagradable.
Sarna sarcóptica.
Lo primero que tienes que saber es que este tipo es transmisible a los humanos, por lo que se debe considerar un cuidado óptimo.
El ácaro que participa es el Sarcoptes scabiei, quien a su vez puede excavar milímetros de la piel del animal y desarrollarse a gran velocidad. Además de los humanos, los gatos y los zorros pueden ser portadores. El principal síntoma es la comezón excesiva.
Considerada la más común.
Sarna otodéctica.
Es más regular en los gatos que en los perros, pero existe. Producida por el ácaro Otodectes cynotis, afecta las orejas y oídos. Se pueden ver puntos blancos moviéndose dentro de ellas.
Sarna cheyletiella.
Conocida por ser causada por el ácaro Cheyletiella, puede encontrarse en perros, gatos, conejos y seres humanos. También llamada “caspa ambulante”.
Sarna pneumonyssoides.
Ácaro Pneumonyssoides caninum que daña la nariz de los animales, ocasionando hemorragias nasales, estornudos crónicos y secreciones nasales.
Sarna notoédrica.
También es más regular en los gatos que en los perros, quienes se ven afectados principalmente en su rostro, al momento de avanzar, se expande por todo el cuerpo.
Formas de contagio.
Nuestras mascotas pueden padecer esta enfermedad a través del contacto directo con otro infestado de ácaros. También si no se asea el lugar en donde se encuentran se crea una acumulación de parásitos que pueden ir evolucionando al paso del tiempo.
Otro de ellos es a través de una mala alimentación y por ende, un bajo sistema inmune.
Se dice que a través del parto y la lactancia puede favorecer la transmisión de la madre al cachorro.
Síntomas.
Como cada una es diferente, los síntomas que a continuación se mencionarán son generalizados.
Se presenta picor, ardor, enrojecimiento, erupciones, heridas, llagas, mal olor, escamas e inflamación de la piel. También puede frotarse o rascarse constantemente para aliviar la comezón y existe pérdida de peso.
Tratamiento.
El mejor tratamiento que puede recibir es a través de un especialista que tome su caso con profesionalidad, ya que pueden evolucionar a estados graves sin los cuidados necesarios.
Es tu responsabilidad que reciba una alimentación balanceada y una limpieza en condiciones para evitar que ésta y otras enfermedades se adhieran a su piel o que penetre su sistema inmunológico.
Recuerda, consulta a un veterinario si presenta algún síntoma, no mediques sin una receta.