Niños y perros, una educación necesaria

Aunque educar a un niño y a un perro para que convivan parece algo innecesario y que la convivencia correcta se dará naturalmente, la verdad es que en muchos casos no es así. Si no se enseña a ambos a convivir pueden surgir problemas.

La educación sobre cómo deben de ser tratados los animales por lo niños es una herramienta más para que se evite cualquier circunstancia de maltrato a futuro e incluso para evitar que nuestra mascota actúe de manera agresiva con un menor.

A veces nos parece inofensivo que un niño se acerque a acariciar a cualquier perro, ya sea en casa de nuestra familia, en la calle o como nuevo integrante de nuestro propio hogar. Sin embargo, no debería de pasar por desapercibido esta situación.

Entonces… ¿Cómo debe de actuar frente a un perro?

Debe de entender que un perro desconocido puede reaccionar bajo por sus instintos, por lo que acariciarlo o mirarlo fijamente a los ojos no es la mejor opción. Esto se puede evitar al estar seguros si el perro no es agresivo o simplemente al no hacerlo.

Otro factor que se debe de evitar es el movimiento o acaricias bruscas que pueden hacer enfadar al canino. Estar constantemente en vigilancia es de suma importancia y más si se trata de un bebé.

Incorporación.

Al momento de que se incorpore nuestra nueva mascota a nuestro hogar, se debe dejar que el perro se adapte y esto conlleva a que huela cada espacio, cada rincón y a cada integrante de la familia. Una vez que reconozca a su familia, es momento de empezar a jugar.

Poco a poco ambos entrarán en confianza y puede pasar que se exceda, aquí es donde entras, como un moderador. Se le debe de explicar al niño que un perro no es un juguete.

Otras de las cosas que se deben de explicar es que no debe de molestarlo; que evite tratar de montarlo, quitarle su comida, abrazarlo constantemente y que jamás debe de pegarle. Lo que sí debe de hacer es tratarlo como un integrante más de su familia.

Aunque mucho depende del temperamento del perro, regularmente siempre demuestran fidelidad y seguridad a los más pequeños. Ten por seguro que, ante una buena relación, cuidará de un niño como si fuese suyo.

También se le debe de explicar con firmeza al perro, que debe de respetar a cada uno, que no debe de ser agresivo y mucho menos morder. Ellos saben lo que le estás tratando de decir, por lo que se comportará.

¿Cómo educar a un niño y a un perro al momento de jugar?

Una vez que se haya aplicado lo anteriormente dicho, basta con estar al pendiente tanto del perro como de los niños. Nunca se deben de dejar a solas, ya que pueden tener comportamientos agresivos (aunque no sean conscientes de ello).

El sentido común es nuestra principal arma, si nuestro perro no está socializado debemos omitir por completo intentar una convivencia con nuestros hijos sin ayuda de un profesional.