¿Cómo calmar a mi perro durante las tormentas?

Es normal que la mayoría de perros tengan miedo a los ruidos extremadamente fuertes, no es raro, pues su gran sentido del oído les permite detectar cualquiera de estos a grandes escalas. Es muy sensible, por lo que les causa una enorme molestia al escuchar relámpagos, truenos, pirotecnia, gritos u otro tipo de sonido agravante.

Suelen representar estas molestias al tratar de esconderse en un lugar que les brinde seguridad o al menos así lo consideran ellos. Otro ejemplo podría ser el ladrido, es como si de alguna forma dijera “me molesta ese ruido”. Pueden existir más comportamientos explícitos, sin embargo, ten en cuenta que cada perrito es un mundo diferente.

Mucho depende del perro, no todos suelen tener Brontofobia, que es la fobia a los truenos, relámpagos, lluvia o tormentas. Es demasiado común, aunque muchos de ellos no presentan alguna alteración ante este tipo de situaciones. No solo los perros padecen de esto, también los humanos. Los principales afectados son los niños.

¿Te gustaría saber qué puedes hacer si tu perro tiene Brontofobia?

1. Su lugar seguro.

La reacción al escuchar un fuerte ruido será irse rápidamente a su escondite favorito, ese que mucho le gusta por sentirse seguro. Y puede ser que muchos de nosotros no estemos de acuerdo, por lo que intentaremos sacarlo de ahí, regañarlo o incluso hasta a pegarle; esto no lo ayudará en nada, lo pondrás más nervioso y puede presentar una reacción agresiva. Imagínate, está asustado y lo único que quiere es estar ahí para calmarse.

Permite que se quede en ese lugar, puede ir desde estar debajo de la cama hasta estar entre tus piernas. No menciones nada, él se sentirá seguro con tu compañía y más si ambos están calmados.

2. Hazle compañía.

Este punto se tocó en el anterior, y es muy importante que lo hagas, recuerda que ellos son capaces de saber tus estados de ánimo; entre más enojado estés, más pánico tendrá. La compañía es lo más importante que puedes hacer y como también él puede hacerlo por ti, de seguro en algún momento has tenido un mal día y él ha estado contigo, sin decir nada, con solo estar a tu lado hace que te sientas mejor.

Si está debajo de tu cama o alguna mesa, simplemente siéntate en el piso, de modo a que te vea. Le harás notar tu interés por él. En ese momento puede ser que salga de ahí y necesite una caricia; dásela.

3. Juega con él.

Después de unos cuantos minutos y después de haber notado tu presencia, es momento de intentar jugar con él. Puedes usar comida, su juguete favorito, algún objeto que pueda llamar su atención… infinidad de cosas. Todo esto con una razón, que centre su atención en ti y el factor miedo pase a segundo plano.

Si no sale de su escondite o te gruñe, detente. Se alterará más y no queremos eso. Deja pasar unos minutos e inténtalo de nuevo, poco a poco el perrito cederá ante tus mimos.

Si por más intentos que has hecho y no sale de donde se encuentra, puedes meterte en donde esté y con esto le comunicarás que quieres estar con él sin importar el lugar. Créeme, es una excelente opción.

4. Sigue intentando.

No solemos ser lo suficientemente pacientes cuando algo no resulta rápido, queremos todo de manera instantánea. Y esto, amigos míos, es valioso, todo valdrá la pena cuando notes que ha superado su miedo.

Ser constante cuando se presente esta fobia y aplicando los pasos anteriormente mencionados, hará que se sienta bien al paso del tiempo. Entiende que es muy complicado para todos sobreponerse ante sus miedos y para ellos no es la excepción. Emplea perseverancia.

Una vez superado, intentará salir de su escondite y se acercará a ti sin necesidad de que emplees esfuerzo, claro, para él sí. Esto se puede ofrendar con un premio, una forma de que sepa que ha hecho las cosas bien y que ha valido la pena, puede ser un galleta, una caricia o algo que le guste mucho.

Cuidar de nuestros mejores amigos es un placer de la vida, es algo que nos llenará al paso del tiempo. Y nosotros somos un amigo para él, aunque más que eso, somos su vida, su hogar y un sustento.

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