Tal vez te has preguntado si los perros en verdad entienden lo que les decimos y de qué manera lo hacen. Nos resultaría complicado saber lo que pasa por su cabeza en el momento en que hablamos, pero lo cierto es que los perros entienden nuestras palabras.
Y sí, palabras. Más de una. De hecho, el número de palabras que entienden los perros varía entre 165 a 200 palabras en promedio. Aunque otro elemento es la raza, pues no todas tienen tan desarrollada su capacidad de retener la misma cantidad.
Su inteligencia.
Según el investigador canino Stanley Coren, de la Universidad de British Columbia en Vancouver, los perros cuentan con habilidades mentales semejantes a la de un niño de 2 años de edad. Con lo que pueden resolver algunos problemas complejos.
También dice que existen tres tipos de inteligencias: la instintiva, la adaptativa y la de trabajo y obediencia. Esta última es la que diferencia principalmente a las razas, donde los collies son considerados los más inteligentes.
¿Cuál es el proceso que emplean para comprender nuestras palabras?
Aplican un procedimiento igual que los humanos, el hemisferio izquierdo para comprender las palabras y el hemisferio derecho para diferenciar el tono con las que las decimos. Una vez entendiendo una orden, tratará de hacerlo de la mejor manera posible.
Las señales también son estimulantes para que entren en este proceso y mediante el refuerzo positivo (acaricias, golosinas o palabras) tendrán un incentivo para su aprendizaje.
La investigación de Stanley Coren.
Como se dijo anteriormente, de acuerdo con el estudio de Stanley, los perros son capaces de almacenar un gran número de palabras y que su capacidad mental se relaciona con la de un niño. Por lo que nos dice mucho del gran esfuerzo que han tenido que desarrollar a lo largo de los años.
Se dedujo que captan con mayor rapidez aquellas que no son complejas, es decir, les resultará más fácil entender “hueso” o “mueble” que decirle palabras abstractas como “cariño” (intangibles).
Coren también descubrió que a los perros se les hace más fácil el aprendizaje de palabras que empiezan con consonantes fuertes, como p, t, c, k, q, mientras que las suaves, como f, s, r, l, representan un reto mayor para ellos.
Otro dato muy interesante es que aprenderán más rápido con una simple palabra que al agregar más de una, por ejemplo: en lugar de decir “vamos a comer” di “come”. Si se encuentra en proceso de aprendizaje, aplica este método para que notes la gran diferencia.
¿Por qué ocurre esto? Los perros retienen las palabras a través de un proceso llamado mapeo rápido; esto ocurre cuando le repetimos con frecuencia ciertas palabras y las relacionamos a una acción u objeto.
¿Cómo usarlas de manera adecuada?
Se recomienda hacer uso de palabras que no se parezcan, esto para evitar cualquier confusión al momento que la escuche. Si éstas son acompañadas de lenguaje corporal, será mucho más fácil que te entienda y de que haga mejor lo que se requiere en su momento.
Dato curioso: Chaser, la perra de Jon W. Piller, profesor de psicología en Wofford College (Spartanburg, Carolina del Sur, E.E.U.U) fue capaz de reconocer más de 1.000 palabras sin equivocarse.
